El interés público en la seguridad alimentaria ha aumentado considerablemente debido al número creciente de enfermedades transmitidas por los alimentos que causan diversas enfermedades. Por tanto, la aplicación de las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF), el transporte y la comercialización por parte de los fabricantes de alimentos son muy importantes.
Ensayos para el control de la calidad de los alimentos, mediante la identificación de la presencia o cuantificación de elementos beneficiosos o nocivos para la salud, tales como elaboración de etiquetado nutricional, cuantificación de vitaminas, proteínas, carbohidratos, fibra dietética, minerales, además de controlar cantidades de colesterol, grasas, metales pesados, entre otros.
Ensayos para control sanitario de muestras, donde es posible identificar varios microorganismos que pueden ser muy nocivos para la salud, que pueden estar presentes o contaminar las muestras, si se encuentran en las superficies donde se manipulan alimentos.
Pruebas para identificar la composición de los alimentos (histología), lo que permite el control del fraude en la composición de los alimentos y también la identificación de la presencia de materias extrañas (suciedad), que pueden o no ser visibles a simple vista, pero pueden presentar riesgos para la salud.